A menudo, vemos en los catálogos o en las tiendas un diseño de dormitorio de bebé que nos gusta y quisiéramos enseguida comprarlo, pero esto casi siempre resulta ser un error. El procedimiento para elegir la habitación del bebé debe ser otro. Primero tenemos que evaluar la cantidad de espacio que tenemos disponible, tanto en la superficie de la habitación como el espacio libre en las paredes, teniendo en cuenta las ventanas y puertas.
Además, el tema no es sólo que los muebles entren en el espacio disponible, debemos también calcular el espacio libre para moverse y jugar en el cuarto. La habitación de un bebé debe ser visualmente ligera y relajante.
Al elegir un mueble pregúntese qué función deberá desempeñar, lo que resulta muy fácil con cunas y mesas para cambiar pañales. Del rol del mueble dependerá el lugar donde se colocará.
Lo primero que debemos fijar es la cuna que, sin duda, es el protagonista principal de la habitación. Vamos a tratar, que tenga una orientación apropiada y cómoda, para poder acceder a la cuna y para asegurarse del ingreso de la luz. Después colocaremos el cambiador de pañales y el armario (si no hay ya una pared en la habitación) y luego los demás accesorios. Si no entra todo, debemos aprovechar todo el espacio en alto o poner estanterías a lo largo de las paredes.
Sólo después que hemos pensado en todas estas cosas y tenemos las ideas claras, podemos proceder a ordenar los muebles. En este punto, sólo se tiene que elegir los colores y recubrimientos diversos. Pero de eso hablaremos en otro artículo.