Los espejos son accesorios muy funcionales en estancias como el dormitorio y el baño, también ayudan a crear la impresión de un ambiente más grande gracias a sus reflejos de luz.
Si los espejos se ubican de manera correcta en las paredes, pueden reflejar detalles de la casa que de otra manera pasarían inadvertidos. Al elegir un espejo para el dormitorio se debe tomar en cuenta la zona donde se colocará, el tamaño y la finalidad del mismo.
Lo primero que se debe hacer para elegir el espejo de una habitación es decidir si se quiere un diseño fijo o móvil. Los espejos fijos se apoyan en el suelo y pueden reflejar todo el cuerpo. Se fijan a la pared con tornillos o pernos; un espejo a media pared, se fija en la pared, por encima de la cómoda. Una vez haya decidido la ubicación del espejo, elija el estilo, el color, la forma y el diseño.
Elija un espejo que se adapte mejor a la estética de los otros muebles de la habitación. Los materiales no deben ser necesariamente iguales, un espejo que sea similar a otros muebles o complementos de decoración tendrá un buen aspecto.
El marco de un espejo en el dormitorio puede ser hecho de madera, vidrio o metal, debe considerar que material será más agradable de ver y cuál será más resistente.
Si usted prefiere un espejo móvil, debe elegir un modelo que tenga tacos de goma que eviten arañar el suelo, sobre todo si es de madera, si es de alfombra no hay problema!
Casi todos los diseños de espejos para dormitorios son giratorios, lo que significa que el espejo en su estructura está compuesto por dos partes: la base y el espejo mismo. Este diseño de espejo permite regular el espejo, de manera de poder ver todo el cuerpo o una sola parte de él.
Elija un espejo con una base bien diseñada y con una costura de calidad, que le permita ajustarlo fácilmente cuando lo desee. El espejo también debe ser lo suficientemente grueso para que no se deforme, doble o distorsione la imagen.
Foto: Designmag